Los techos del salón y sus paredes ofrecen una oportunidad única para crear una atmósfera envolvente y mágica. Cortinas de luces, cielos estrellados, guirnaldas verdes, lámparas colgantes o instalaciones florales suspendidas llenan de encanto y profundidad el espacio, transportando a los invitados a un auténtico mundo de fantasía.
La pista de baile, por su parte, es el corazón palpitante de la celebración, el lugar donde la alegría se desborda y los recuerdos se graban entre risas, pasos y abrazos. Su decoración debe invitar a moverse, a dejarse llevar por la música y a vivir la magia del momento. Desde estructuras con iluminación LED, efectos de luces románticas, hasta detalles florales aéreos, cada elemento se convierte en parte del espectáculo.
Juntos, techo y pista conforman un escenario soñado, donde el amor se celebra a lo grande, bajo un cielo diseñado especialmente para los protagonistas del día.







