La textura, el color y el diseño de la mantelería, las servilletas y el plato de sitio deben ser cuidadosamente seleccionados para mantenerse en armonía con la temática y el resto de los elementos decorativos de la boda.
Manteles: Desde telas elegantes como el lino o las organzas, hasta opciones más rústicas como el yute o el algodón, cada elección transmite una sensación distinta: sofisticación, calidez, frescura o naturalidad.




Servilletas: La combinación entre manteles, caminos de mesa y servilletas bien presentadas puede elevar notablemente la estética y el impacto visual del montaje.




Plato de sitio: También conocido como bajo plato, añade un toque de elegancia y distinción a la mesa. Su función principal es marcar el lugar del plato principal, aunque también cumple un rol decorativo importante.
Disponible en diversos materiales como vidrio, melamina y ratán, entre otros, el bajo plato permite resaltar la vajilla y reforzar el estilo general del evento, ya sea clásico, moderno, rústico o bohemio.



