Valentina y David viajaron desde Osnabrück (Alemania) para celebrar su boda cristiana en compañía de sus familiares y amigos.
Sus padres encontraron nuestra empresa a través de redes sociales y agendaron una cita en la que nos compartieron los desafíos propios de la distancia: la pareja solo podría llegar al país ocho días antes del evento, lo que les impedía participar directamente en la selección de muchos detalles.
Para nosotros, esto no representó un problema. Contamos con un amplio portafolio visual y herramientas que permiten recrear todo el proceso de planeación a distancia, brindando confianza y claridad en cada decisión.
Una vez Valentina y David llegaron (8 días previos), afinamos los últimos detalles… ¡y bum! Todo fluyó a la perfección. El resultado fue una boda maravillosa, llena de amor, fe y alegría.
Damos gracias a Dios por permitirnos ser parte de este momento tan especial.











